sábado, 28 de agosto de 2010

De Dios y yo.

Bueno...Hoy vamos a hablar de Dios!!! El debate con mayúsculas!!! . Para empezar, ante todo, aclarar que no quiero herir sensibilidades ni creencias. También curarme en salud. Si estoy equivocado, y el existe, no me va a enviar al infierno por que es mi padre, y me ama. Si me ama, me acepta tal cual soy y no me va a juzgar por lo que dije, aludiendo a su omnibenevolencia.  


 No siendo más, aquí va pues, con inspirado acento, mi ensayito.

1. EL CAMBIO.

Siempre creí en Dios. Más que nadie, mi familia y mi esposa lo saben. Quizás en la Universidad me conozcan más por mi afición a la guitarra y al heavy metal que por mi vocación como ingeniero. Lo admito.  Pero también admito mi interés hacia las ciencias -particularmente la física teórica- y hacia la filosofía. El concepto de Dios –para la gente con mente crítica- siempre ha significado una sola cosa para el hombre. Frustración. No poder entenderlo es sentirse como un niño de 5 años en una clase de Stephen Hawking. Ahora, de ahí a que el mundo sea lo suficientemente mediocre como para que hayan personas que ni siquiera se hayan cuestionado la existencia de Dios, más triste aún. Yo sé que hay gente que ve la vida con otros ojos, pero es simplemente un cambio en el color del cristal de los anteojos que se llevan puestos. Así que, después de mantener esperanzas puestas en el cielo y ver que nada pasaba, salvo que caía agua y un poco de tierra de las materas del apartamento de arriba, me dolió la nuca y tuve que mirar al frente. Observé el mundo y me desperté. Señoras y señores…estamos solitos en este cuento.



2. EL NACIMIENTO DE DIOS. (No se parece al mío, pero es que yo soy real…al menos en un 99%)

Siempre concordaba con las conjeturas que, basadas en fallidos experimentos y cálculos científicos para explicar lo incomprensible, apuntaban a que se debía a la existencia de un “Padre” cósmico que todo lo manejaba y lo sopesaba. ¡Que arrogancia! Pensar que somos únicos en el universo, que somos la inspiración de un ser divino, que somos sus hijos y que, por ende, dentro de nosotros habita algo de divinidad, es la idea más arrogante que he escuchado sobre el ser humano. No es que sea un misántropo consumado, pero es que no somos precisamente un modelo a seguir para ninguna especie que logre evolucionar. Estamos llevando mal la cosa y sólo es echar una mirada al mundo para saber que es cierto. 


Pero no seamos tan duros con nosotros mismos. Somos inteligentes, y eso no es arrogante, simplemente es verdad. Así que como seres inteligentes, y al darnos cuenta de que no podíamos responder a todo, inventamos el sagaz concepto de que había alguien mirando todo lo que hacíamos. Como diría George Carlin, "un hombre invisible viviendo en el cielo”. ¿Por qué semejante invento? Poque alguien debe de tener la razón y la culpa de lo que nos pasa.  Alguien muy cercano pero extremadamente lejano. Alguien en quien depositar esperanzas para lo imposible, una especie de “polo a tierra” para descargar nuestros más profundos miedos y para achacarle lo que nuestra mente no puede contener. Así que, como visionarios que somos, nos convertimos en sus creaciones y en su séquito personal de adoradores para conveniencia propia. 

Así como nosotros hemos evolucionado, Dios lo ha hecho con nosotros.  Miremos por encima los cambios que he podido observar del Dios que creo sigue siendo el mismo, en escencia, pero adornado de todos los adjetivos y cualidades que la nueva cultura pop puede otorgar.

DIOS DEL PENTATEUCO. Este Dios es el que más me gusta. Hasta el diablo resultó ser más condescendiente en este período. ¡Era perfecto! Yo me imagino que en ese tiempo los niños no jugaban hasta tarde en las callejuelas de Egipto por que Dios se podía enojar y te mataba a la familia entera, y después te hacía sufrir de una horrible enfermedad. “Las cosas como yo quiero que se hagan…” “Esto es lo que puedes comer…” “El templo debe ser de este tamaño…Y de oro depurado con…” Nada sencillo, ¡De oro! No importaba que los israelitas estuvieran vagando cual nómadas por 40 años en uno de los desiertos más grandes de su experimento y tuvieran que aguantar hambre. Un Dios bien severo, que no nos dejaba ni siquiera comer lechona. Un Dios maquiavélico, el rosquero más grande que conozco. Mató a miles de Egipcios simplemente por que eran más inteligentes que los Hebreos, y para demostrar su poder. ¿Qué culpa tenían lo Egipcios de haber nacido allí? ¿Qué culpa tenía el hijo del Faraón de que su papá fuera un tirano? ¡El niñito se murió sano de la vuelta! La tapa: entregó a Moisés –Sólo a Moisés, por que los demás eran pecadores y no lo merecían, Moisés lo único que hizo fue matar a un egipcio, nada más- las tablas de la ley. Y les otorgó la tierra prometida. Una tierra que ya estaba habitada por los cananeos, donde “la leche y la miel corren como el agua…” textualizando la Biblia. ¿En serio se las dió? Hombre, ¡Claro que sí! ¿Y los Cananeos? “No importan, ustedes están conmigo, mátenlos a todos” Formidable. Genial. ¡Que Dios más certero y frío! 

DIOS DE JESUS.  Jesús es un personaje. Su único pecado fue comerse su propio cuento. Se lo comió tan a gusto que se creyó lo de Mesías y todo. Pero cuando vio que su Padre no le respondió y se dio cuenta de la verdad, lanzó la máxima de las máximas “Es que me voy a sacrificar por ustedes” Hombre…hubiera querido o no, ya era hombre muerto. Ya lo tenían fichado. Ya estaba hasta pagada la vuelta. Le hicieron inteligencia y le infiltraron el círculo de amigos. Y ya “chuzado el parche" ¿Qué más podía hacer? Hay que reconocer su amor por la humanidad. Y que era un capo. Los sermones que dió son memorables. Tanto que aún hoy en día continúan haciendo ricos a curas, pastores, testigos…de todo. Y aún hay para rato. Curiosamente, los seguidores de Jesús eran un montón de campesinos. Escasamente podían hablar. Ellos contaban su versión de la historia a la gente, que a su vez se la contaban a más gente, que terminó escribiendo lo que conocemos como los evangelios. Pero vamos a Dios. Este Dios se destaca por su indiferencia. Prácticamente no aparece, salvo en el bautismo de Jesús diciendo, cual Darth Vader versión buena: “Jesús, tu eres mi hijo amado, en quien me complazco” No se complace en nosotros, no, sólo en Jesús. Aparece también en la transfiguración de Jesús, donde, sospechosamente, vuelve a decir las mismas palabras. De pocas palabras nuestro Dios, ¿Eh?. Luego viene la guinda del pastel. ¿Han escuchado hablar del Apocalipsis


Déjenme que les diga una cosa sobre el Apocalipsis. Es el relato de un tipo sin personalidad pero con mucha imaginación, desesperado por atraer gente a una fé que estaba muriendo. Por que lo que no dicen las escrituras es que, con el dominio Romano en la Judea de Jesús, estaba entrando también la cultura y el despertar científico que empezaba a vivir el mundo, y por supuesto, las deidades romanas. Así que esta gran imaginación –La de Juan, por supuesto- inventó el Apocalipsis. Y ¿Cómo comienza? Comienza con un Dios juzgando a todas las siete iglesias esparcidas por el mundo (los siete bastiones cristianos que existían en el imperio Romano de Tiberio y después en el de Claudio). ¿Por qué? Por que estaban perdiendo la fé. Después empieza una sarta de barbaridades sobre una ramera, y de babilonia. Pero el versículo por el que el librillo este es tan famoso es el 18 del capítulo 13, textualmente dice: "Y aquel que tenga inteligencia que calcule el número de la Bestia, pues es el número de un hombre, y ese número es el 666". Sinceramente, la primera vez que lo leí (Pff…ya bastante tiempo) me aterré. Pero ahora veo que lo único bueno que salió del Apocalipsis es: “La divina Comedia” de Dante Alighieri y “The number of the beast” de Steve Harris. Un buen intento de querer volver al mundo. Desesperado pero bueno, por que surgió bastante efecto. La humanidad duró 600 años mirando hacia arriba para ver a Jesús que venía en una nube. Yo me imagino el respectivo Papa de la época, amanecía de mal humor, y para reírse, salía a su balcón (No al de ahora, ese lo construyó Miguel Angel en el renacimiento) y decía “¡El día ha llegado! Mirad que el hijo del hombre viene en una nube” Y todos los campesinos salían gritando asustados a esconderse de la dichosa nube. Y el papa volvía a sus aposentos cagado de la risa. Lo que no tenía planeado Dios, es que, mientras la humanidad del norte de Africa y de casi toda Europa (El imperio Bizantino, la Galia, la Iberia y la Britania) miraban para arriba buscando la dichosa nube voladora (No la de Gokú), en el sur se les levantaba gente aún más enceguecida por su Dios. Y estos si no comían de nada. Así, nuestro Dios se transforma una vez más.

GUERRA DE TITANES ¿YAHVÉ O ALÁ? Quizás no muchos de ustedes lo recuerden, y cuando hablamos del Islam imaginamos sólo puros árabes, pero la principal potencia del Islam era el imperio Turco. Y lo peor es que por allá, Alá les dijo a estos que Europa era la tierra prometida (¿Les suena familiar?) y que no importaba que estuviera ocupada por Cristianos, por que ellos estaban con el Dios que era. Así que, viendo lo que se avecinaba, nuestro Dios se manifestó. Y se manifestó por su fiel servidor, una persona destacada por ser totalmente pacifista y altruista(jajajaja): El señor Sumo Pontífice SS Gregorio IV (SS es “Su santidad”, no relacionen con la SS Nazi, no sean así). Como no lo tomaron mucho en cuenta, Dios mató a Gregorio y habló con su sucesor, que era un hombre mucho más casto y bueno, SS Urbano II. Este caballero, que era un alma de Dios, literalmente, dijo que “El señor me habló para que nos unamos en torno a nuestro común enemigo, que es el falso profeta (Mahoma) y su falso dios (Alá). Uníos todos alrededor de la sagrada cruz e id a pelear por vuestro Dios”. Ustedes ya saben…los reyes estúpidos se creyeron todo el cuento. Dios, el mismo que creó el universo, el mismo que inundó la tierra, el mismo que azotó a Egipto con sapos, sangre y moscas, ése mismo Dios, el todopoderoso, ahora no era tan fuerte y necesitaba de los servicios de los ejércitos de Europa. Una especie de “Tío Sam” medieval. Irónico, ¿cierto?. Naturalmente, todos sabemos lo que sucedió. Las tierras santas fueron ocupadas por Alá y sus lunados, y Dios y los cruzados se replegaron. Después Dios retomó el aliento y le dio un empujoncito a los cruzados para que recuperaran sus tierras santas. Igual, se me hace que el descanso de Dios fue muy largo, por que de la primera a la octava cruzada transcurrieron casi trescientos años. Pero se lucieron los cruzados (Con ayuda de Dios, obvio) y prevaleció el Vaticano. Asi que, una vez más, Dios vuelve a lo suyo (No se que será, pero definitivamente no somos nosotros) y cambia nuevamente.

DIOS Y EL RENACIMIENTO. Aclaremos. A mi me encantaría haber vivido en el renacimiento. Pero hay dos renacimientos. El primero, el que todos conocen, marcado por el descubrimiento de América, el desarrollo tecnológico que implicó, la explosión de creatividad de los grandes maestros italianos y franceses. En el que me hubiera gustado vivir plenamente, es decir, ser contemporáneo de mi mamá, es en el segundo. Los años que van desde 1972 a 1992. La era más majestuosa de la historia. El Heavy metal y el rock psicodélico en todo su esplendor. Pero volvamos a lo que estábamos tratando: el renacimiento (el primero) fue donde Dios empezó a pelearse en serio con nosotros. Lo que pasa es que los gustos de Dios son muy costosos. Y Dios desarrolló un gusto muy especial por el mármol de Cicilia (el más caro de la época). A que no adivinan de que está hecha San Pedro, la gran obra maestra de Miguel Ángel. Pues si, de mármol de Cicilia. Pero ocurrió algo que Dios no esperaba (esta frase es muy conflictiva, ya que creemos en el hecho de que Dios todo lo sabe, por consiguiente, sabía que pasaría más adelante). Apareció el hombre más inteligente que, irónicamente, Dios mandó a este mundo. Galileo Galilei. El tipo (maestro) se dio cuenta de que no éramos el centro del universo y apoyó fervientemente a su mentor, Copérnico, en su teoría heliocentrista (Los que no saben, pues les comento, el sol está hecho de helio, y brilla por las constantes reacciones nucleares de este elemento debido a su gran fuerza de gravedad). ¿Qué hizo Dios? Lo más lógico, acallar a Galileo. ¿Cómo? Por medio de sus siempre fieles y bienintencionados ayudantes, la Iglesia. Pero entonces ocurrió algo maravilloso. El hombre empezó a entender que había otros caminos para encontrar la verdad, otros caminos que también generaban “milagros” y estos si se podían ver. El hombre descubrió que se podía acceder más fácil a la ciencia. Y cuando vió Dios esto, se desesperó. Comenzó a quemar mujeres librepensadoras ¡Mujeres! (Yo se, yo sé que más de uno estará diciendo “¡Pero no fue Dios! Fue la Iglesia Católica…” Pues no, pues no. Dios tenía el poder de detener ese disparate, a menos que El lo hubiera ordenado. ¿Comprenden ahora mi punto?). Mientras, nuestros pacíficos conquistadores evangelizaban a los indígenas muy tranquilamente. Les hacían entender, mediante el diálogo Jesuita (no tengo nada en contra de los Javerianos), que era un diálogo tranquilo, sin torturas ni nada, que va, que Bochica, el dios que hasta ahora les había hecho vivir en armonía perfecta con su medio ambiente, con su tierra, con sus animales, el dios que les había dado el delicioso maíz, era falso. Y que si no querían condenarse a una eternidad de fuego y brasas, era mejor que aceptaran a Jesús. Chúpense esa. Dios se nos volvía trasatlántico. 

HI, MY NAME IS GOD, AND I´M FROM ENGLAND! Pleno apogeo de la revolución industrial. Todos sabemos que Londres es el centro del mundo en esa época. Aparece una de las grandes piedras en el zapato de Dios (¿Tendrá zapatos? Deben ser Dolce &Gabbana), el ilustrísimo señor Charles Darwin. Yo no sé que estábamos pensando hasta que llegó este señor, pero a mi si se me hace que somos simios. Hombre, hasta la actitud la tenemos. Un mono se caga en su mano y te la arroja de pura bronca. Eso es conducta humana 100%. Lo cierto es que nadie, absolutamente nadie lo había notado y este tipo se dio cuenta. ¿Como? Observando que los fósiles de dinosaurios tenían los mismos patrones estructurales que las aves, y no que los reptiles (¿En donde quedan los dinosaurios en el génesis? Se les olvidó ponerlos, acaso. Raro, por que colocaron a la serpiente. Si la serpiente era perturbadora, un Tiranosaurio Rex de 5 metros de alto era traumático en el Edén. Ciertamente no aparecieron por primera vez en Jurassic Park, como deben creer los evangélicos) . Entonces cayó en cuenta y vió la postura erguida de los gorilas, sus fuertes lazos sanguíneos y familiares y su tosca pero bien organizada sociedad. Entonces Dios se asustó. Y sedujo la mente (una vez más…debería hacerlo con las mentes de todos, para que todos nos volviéramos buenos, ¿No?) de sus seguidores para decir que eso era patraña de Satanás. El diablo estaba en otra y le echaron la culpa de esa. Pero esta vez, fuimos más rápidos que Dios. Aún seguía Dios viendo cómo defenderse de Darwin y su legado cuando llega el hachazo mayor. El Big-Bang. Jaque mate. Dios se quedó frío. Tan frío que decidió apartarse un rato. Entonces quitó sus ojos de aquí y decidió pedirse a sí mismo que olvidaramos todo. Y llegó Hitler. 

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